“Mirar, mirar, mirar y, tras mirar otra vez, apre(he)nder y enseñar”
“Mirar, mirar, mirar y, tras mirar otra vez, apre(he)nder y enseñar”
JV Rodríguez nació en Meliana, en mitad (literalmente) de l’Horta Nord de Valencia, en 1948. Inició sus estudios de Bellas Artes en la especialidad de escultura, pero su interés viró pronto hacia la fotografía. Publicó sus primeras fotografías en medios alternativos como Cal Dir, semanario de ámbito regional que publicaba el PCPV en esos primeros años después de su legalización. Luego comenzó a ejercer como fotoperiodista en la mítica revista Valencia Semanal. De aquella experiencia durante la transición se ha derivado un archivo único en la ciudad de Valencia, pues el autor cubrió durante esos años cruciales aquellos temas (política y sociedad fundamentalmente) que el resto de los medios consolidados dejaba fuera de foco. Eran años de cambios trascendentales para la sociedad española y JV Rodríguez logró capturar su esencia como pocos fotoperiodistas de Valencia.
De la actualidad inmediata a la lectura lenta
Tras el cierre de la cabecera valenciana siguió dedicado al fotoperiodismo como redactor en plantilla en unos casos y, en otros, como colaborador en muy diferentes medios locales y nacionales. Después pasó al gabinete de prensa de la Diputación de Valencia.
Pero JV Rodríguez no siempre ha vivido en la actualidad inmediata y el consumo rápido de imágenes que exige la prensa. Seguro de que el oficio de fotógrafo consiste en “mirar, mirar, mirar y, tras mirar otra vez, apre(he)nder y enseñar”, también ha colgado algunas exposiciones ofreciendo imágenes que requieren de una lectura lenta. Retrato, viajes, denuncia, poesía… son trabajos que completan su desarrollo profesional.
Un buen lector de almas
Si hay un género en el que destaque JV Rodríguez es en el del retrato, demostrando que es un gran lector de almas que ha tenido una relación estrecha con diversos creadores. En los años de la transición posaron para él numerosas personalidades de la cultura y la intelectualidad que eran reconocidas después de años de medianía y olvido, como a Enric Valor, Vicent Andrés Estellés, Vicente Gaos, Matilde Salvador, Josep Renau o Juan Gil Albert.
Más tarde retrató también a numerosos artistas plásticos, casi siempre en la ciudad de Valencia; ahí están sus trabajos sobre Andreu Alfaro, Julio Le Parc, Juan Genovés, Manuel Hernández Mompó, José Morea, Chipi Garrido o Juan Ripollés.
En los últimos años (a partir de 2010), ha continuado esta línea, desarrollando un proyecto que le ha llevado a Latinoamérica para retratar en sus estudios a creadores del otro lado del Atlántico. Entre otro, le han abierto las puertas de sus estudios y sus hogares Vicente Rojo, Leonardo Padura, Luz Letts, Alonso Cueto, Miguel Ángel Rojas, Bárbara Jacobs, Ramiro Llona y Antón Arrufat.