Desde que en 1976 comenzó su andadura como fotógrafo en la prensa alternativa valenciana, JV Rodríguez ha dedicado una atención especial a los retratos, algunos de los cuales se han convertido en auténticos iconos, como el que le hizo ese mismo año a Vicent Andrés Estellés o el de Enric Valor fechado en 1982.
JV Rodríguez ha retratado con pasión, con proximidad y con grandes resultados a pesar de todo. Lo hizo en una época en la que el género era poco (o nada) apreciado en el periodismo. Lo hizo cuando no tenía mucho tiempo para establecer el necesario contacto con el personaje que posaba para él; e incluso cuando las condiciones técnicas eran poco propicias para lograr un buen resultado.
De sus primeros años datan las fotografías que disparó sobre hombres y mujeres de la intelectualidad valenciana que la incipiente democracia estaba reivindicando. Después el autor fue incorporando a su colección de retratos a artistas a quienes el tiempo y su propio valor encumbrarían. Y con el tiempo, otras figuras sin las cuales no es posible entender la identidad valenciana como comunidad, con esa mirada particular que otorga vivir en la periferia y con el benéfico influjo del Mediterráneo.
En los pies de foto se recoge, además del nombre del personaje, el lugar y año en que se tomó la fotografía.
